Los hornos solares se han usados en lugares donde no hay energía eléctrica o suficiente combustible para poder cocinar. Estos hornos son útiles como una medida preventiva contra la deforestación en países donde se cocina con leña.
Existen varios modelos y materiales que pueden usarse según las posibilidades de su constructor. Hay quien los fabrica de metal con un reflector parabólico y hay quien los fabrica de tan sólo cartón con papel de aluminio en un diseño bastante sencillo. Tiene tres componentes básicos: un reflector para dirigir la luz solar hacia la olla, una bolsa de plástico que hace las veces de horno y la olla o recipiente oscuro con tapa para colocar la comida.
Ya hay compañías que los venden y algunas se dedican a venderlos mayormente a organizaciones que ayudan a países en crisis. El horno solar funciona. Es una alternativa real para el uso cotidiano, ahorra energía y nos ofrece la tranquilidad de saber que no dependemos de ningún combustible para alimentar a una familia.
